
El programa tendría sus puntos de audiencia cuando las plantillas homenajeadas cogiesen el micrófono. Es el momento culminante, ese morbo por saber si la cagarán, si se meterán con el eterno rival, de calcular a quién quiere más la afición según la ovación que reciban, de notar quién se siente más de la casa o quién es un mercenario, quién es más tímido, quién está más borracho, quién es más gracioso, quién es más gañán, quién más elegante, quién.... Un escaparate para las conjeturas, las suposiciones y el vil cotilleo.
La celebración del Barça dió para todo eso y además me pareció emocionante. Incluyendo la épica de autoafirmación nacionalista que destilaba cada ¡Visca el Barça!, Visca Catalunya! que pronunciaron los factótums de la cantera. Ayer se hizo más por la identidad catalana que en varios lustros de programas de la Generalitat. Menos mal que Iniesta llegó con su exotismo manchego para renovar el pacto de las autonomías añadiendo el visca Fuentealbilla. Está claro que el Barça es “més que un club”. Puestos a hablar de símbolos políticos, Raúl coge el capote y se cierran los olés. Un olé por un visca. Y todos tan contentos.
(NOTA A LO LOCUTORES DEPORTIVOS DE A3. Por dios: ni Puyol es Puyi, ni Henry es Tití ni Iniesta es Andresito. Basta Ya).
1 comentario:
http://farm1.static.flickr.com/46/140742945_198e6f87bf.jpg?v=0
XDDD
Publicar un comentario