
Al hilo del post anterior, un amigo me ha mandado este cartel tan bonito
Un blog de crítica de televisión
El programa tendría sus puntos de audiencia cuando las plantillas homenajeadas cogiesen el micrófono. Es el momento culminante, ese morbo por saber si la cagarán, si se meterán con el eterno rival, de calcular a quién quiere más la afición según la ovación que reciban, de notar quién se siente más de la casa o quién es un mercenario, quién es más tímido, quién está más borracho, quién es más gracioso, quién es más gañán, quién más elegante, quién.... Un escaparate para las conjeturas, las suposiciones y el vil cotilleo.
La celebración del Barça dió para todo eso y además me pareció emocionante. Incluyendo la épica de autoafirmación nacionalista que destilaba cada ¡Visca el Barça!, Visca Catalunya! que pronunciaron los factótums de la cantera. Ayer se hizo más por la identidad catalana que en varios lustros de programas de la Generalitat. Menos mal que Iniesta llegó con su exotismo manchego para renovar el pacto de las autonomías añadiendo el visca Fuentealbilla. Está claro que el Barça es “més que un club”. Puestos a hablar de símbolos políticos, Raúl coge el capote y se cierran los olés. Un olé por un visca. Y todos tan contentos.
(NOTA A LO LOCUTORES DEPORTIVOS DE A3. Por dios: ni Puyol es Puyi, ni Henry es Tití ni Iniesta es Andresito. Basta Ya).
Jorge Verstrynge. Uno de los políticos de mi niñez, tan joven, tan rubio, tan extranjero (en morenazo bigotón, me encantaba Gerardo Iglesias). Militante juvenil de la extrema derecha francesa y Secretario General durante diez años de aquella gloriosa y desacomplejada Alianza Popular. Hoy se declara marxista y Hugo Chávez recomienda sus libros. Tras años apartado de los focos, el delfín de Fraga sale en La Noria.
Hermann Tertsch. La Hidra de Telemadrid da mucho miedito. Tertsch ha seguido el camino inverso de Verstriynge. Columnista estrella de El País, se pasó al ABC y ahora presenta el Diario de la noche de TeleEspe con una señora con cara de caballo. Con el bueno de Hermann se cumple al pie de la letra eso de que no hay mayor inquisidor que un converso. Radicalmente antitelegénico, un día se volará la cabeza en directo. O le estallará la úlcera.
Cristina Alberdi. Ex-ministra del PSOE ayer, cargo público de Esperanza Aguirre hoy. Alberdi es una asidua del Madrid Opina -o “Buruaga Opina”- de Telemadrid. Su giro a la derecha la ha convertido en una vieja amargada con ese cardado ahuecado que hace 30 años que no se pide en las peluquerías. ¿Dónde está su amiga Carmen Alborch cuando se la necesita?
Rosa Díez. Otra piedra en el zapato socialista y otra asidua del Buruaga Opina. Siempre la recordaremos por aquél look catastrófico de la fiesta de Vogue y por llevar en su nuevo partido a Álvaro “Motoacuática” Marichalar como cabeza de lista por Soria. Hacen falta muchos Pombos y Savateres para compensar eso, pero esta señora me cae bien.
Cristina Almeida. Durante años fue la cara simpática de IU. Ella nos enseñó ad nauseam qué es un tertuliano y su tándem con Hermida casi nos mata. Pero en los planes quinquenales de Anguita -que más que malagueño parecía siberiano- no encajaban los monologuistas y se fue al PSOE, que son mucho más divertidos. Después de estar en todos los saraos, hoy se la ve poco.
Pilar Rahola. La equivalente de Almeida en versión independentista catalana. Antecesora de Carod -del que soy ultrafan desde su momento televisivo "yo me llamo Josep Lluis"- me pregunto si ERC no debiera revisar el carisma de sus líderes. Para resumir, Rahola es más cansina que Ramoncín y hoy tiene el mismo crédito político que una ministra de Berlusconi.
Miguel Boyer. O “El hombre que se equivocó de bando”, todo un western moderno. Aunque Boyer no es un personaje televisivo, no he podido evitar incluir en esta lista al ex ministro socialista de Economía y Hacienda, creador a su pesar del personaje Ruíz Mateos, posterior miembro de FAES y padrastro de Tamara, Julio José y Enrique. Mi converso preferido.
NOTA POSTERIOR:
¡Extra, Extra! Acabo de ver en Teletridente un vídeo revelador. O nuestro amigo Tertsch está borracho o ha cenado lexatines. A la presentadora de La Sexta la echaron por menos...
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