Putas, puteros, yonquis, polígonos, poblados, travestis, chonis, cucarachas, viejas con síndrome de Diógenes, vecinos esquizofrénicos, caseros miserables, Ramón el Vanidoso… Lo han adivinado: se ha acabado “Callejeros”. Cuatro emitió el viernes el último reportaje de uno de mi programas favoritos. Vale que han abusado del rollo lumpen-marginal y que se han repetido demasiado, pero otros leen a Bukowski y nadie les dice nada.La muerte de “Callejeros” estaba anunciada. Hacía semanas que los reportajes eran repetidos porque Cuatro dejó de pagárselos a Mediapro para cobrarse deudas por la guerra del fútbol. Qué cosa tan fea. Acabar así con un programa no sólo multipremiado sino también multicopiado. El formato es obra de Carolina Cubillos, la misma que creó “Mi cámara y yo” para Telemadrid (versión beta de "Callejeros" que sigue sobreviviendo en TeleEspe).
Todas las cadenas se apuntaron a la callejeromanía: La Sexta con “Vidas Anónimas” (en este caso, un autoplagio, porque lo dirige la propia Cubillos) y La Primera con “Repor” y con “Comando Actualidad“. Pero el premio a la copia más burda y peregrina se lo lleva Antena 3 con su "PuntoDoc", aquel engendro que tenía por reporteros a cuatro famosos. Pepón Nieto, uno de UPA Dance, Luján Arguelles (pedorra con nombre de boutique de provincias) y Tristán Ulloa (éste último sustituído por Blanca Romero, nuestra modelo más jipi y enrollada). Verlos entre inmigrantes rumanos o hablando de sexo adolescente poniendo cara de comprensión Cristina Rota era para echarse a llorar.
Volviendo al difunto, la buena noticia es que resucitará el próximo viernes bajo el nombre de “Ola Ola”. No, no es el nuevo show de Rafaella Carrá. Es el "Callejeros" que se han montado la Cubillos y Cuatro pasando de Mediapro. El nombre, terrorífico, tiene una explicación: "Ola Ola" empezará siendo un monográfico de verano sobre las vacaciones de los españoles. Habrá que verlo. Y, si continúan en invierno, seré fiel seguidora, pero esta vez más exigente. Saben que me va el rollo marginal, una vez hasta vi una jeringuilla y otra vez tuve que hacer caca en medio del monte, pero tienen que ser capaces de ampliar temas. Hay cienes y cienes. Ya hemos visto demasiadas veces la infravivienda de doña Juana.
Volviendo al difunto, la buena noticia es que resucitará el próximo viernes bajo el nombre de “Ola Ola”. No, no es el nuevo show de Rafaella Carrá. Es el "Callejeros" que se han montado la Cubillos y Cuatro pasando de Mediapro. El nombre, terrorífico, tiene una explicación: "Ola Ola" empezará siendo un monográfico de verano sobre las vacaciones de los españoles. Habrá que verlo. Y, si continúan en invierno, seré fiel seguidora, pero esta vez más exigente. Saben que me va el rollo marginal, una vez hasta vi una jeringuilla y otra vez tuve que hacer caca en medio del monte, pero tienen que ser capaces de ampliar temas. Hay cienes y cienes. Ya hemos visto demasiadas veces la infravivienda de doña Juana.
Callejeros ha muerto. ¡Larga vida a Ola Ola!
El martes se acabó El Show de Risto, ese programa antes conocido como Operación Triunfo. Y acabó en alto: minutos antes del final, el hijo bastardo de la publicidad y la televisión desapareció del plató. No sabemos si porque le llamaba su madre por teléfono o para no ver otra vez a Iván bailando “Corazón contento”, pero se largó como la gran star media que es. Supongo que Cruz y Mainat, capos de Gestmusic-Endemol y padres de la criatura, estarían aplaudiendo con las orejas.
Una de las cosas que nos indican que estamos en verano es que la tele se llena de Presentadores Sustitutos, toda una categoría televisiva. Los hay de todo tipo: la nueva promesa, el eterno secundario, la vieja gloria, el antiguo colaborador, el reportero de calle y, últimamente, hasta los guionistas (como en Sé lo que hicisteis, que ya les vale). Intrusismos aparte, el sustitus prototípicus es Juan y Medio, por ejemplo, y entre las nuevas generaciones destaca Berto, el sobrinísimo de Buenafuente.
